Más interesante que un especial Cuore verano y habiendo
suscitado más expectación que la boda de la Duquesa de Alba, aquí tenéis otra
entrega de ¿Por qué…?
Ante las innumerables peticiones de más publicaciones de
¿Por qué…? y la ingente cantidad de mails recibidos me dispongo a explicaros el:
¿Por qué la temática del invierno?
Bien, esta entrega será más corta que la anterior, pues esta
vez la mazorca es más pequeña y tiene menos granos por desgranar. Como os
contaba en anteriores entradas, una vez elegida la plataforma que ejercería de
pilar base de nuestro proyecto, deberíamos decantarnos por un tema, pero… ¿cuál?
Todos coincidíamos que debería ser un tema, sino original, que no fuese tratado
en otros proyectos ni en otras webquest ya existentes. Después de indagar por
las pocas páginas que utilizan esta metodología en la enseñanza, al menos,
aquellas que están publicadas o que nosotros revisamos, nos dimos cuenta que
ninguna de ellas abarca un tema tan sencillo y a la par tan rico como las
estaciones. En un primer momento decidimos abordarlas todas, pero en última
instancia, aconsejados por la mejor profesora de la facultad, Esther, cambiamos
de opinión. Alguien ya había seleccionado el tema para su proyecto y, como
Esther nos señalaba, después de nuestro comienzo carecíamos del tiempo
necesario. De esta forma, convocado ya un gabinete de crisis, pensamos cuál
sería la estación a la que podríamos sacarle más partido y a la vez atraería más a los niños. Después de reflexionarlo, concluimos que el
invierno nos permitiría orientar las actividades a más temas que cualquier otra
estación y que sería del agrado de los niños. Si es que, ¿a quién no le gusta
que tres extraños entren en tu casa y, no solo no te roben, sino que te hagan
regalos? Bendita infancia
No hay comentarios:
Publicar un comentario